Avenged Sevenfold Avenged Sevenfold
Formato: 1CD, Jewel Case
Edición: Europa - Reedición

Con su álbum homónimo, lanzado en 2007, Avenged Sevenfold marcó un punto de inflexión en su carrera, demostrando que estaban dispuestos a desafiar las expectativas y expandir su sonido más allá del metalcore que los había definido en sus inicios. También conocido como el "álbum blanco" debido a su portada minimalista, Avenged Sevenfold es una obra diversa, ambiciosa y audaz que dividió a sus fans pero dejó una marca imborrable en la escena del hard rock y el metal contemporáneo.

Después del éxito de City of Evil (2005), que consolidó a la banda en el mainstream del metal, Avenged Sevenfold decidió llevar su música a territorios más experimentales. Este álbum es una amalgama de estilos que van desde el hard rock clásico y el heavy metal hasta elementos de música country y teatralidad digna de un musical de Broadway.

El disco abre con “Critical Acclaim”, un tema que mezcla agresión y grandilocuencia, con versos intensos y un estribillo melódico acompañado por un épico órgano de iglesia. La canción también destaca por las letras políticas y críticas, una rareza en su repertorio hasta ese momento, y por los guturales de M. Shadows, complementados por los coros de Synyster Gates y The Rev.

Uno de los aspectos más interesantes del álbum es su capacidad para sorprender. Canciones como “Almost Easy” y “Afterlife” son himnos de arena rock, con coros pegadizos y arreglos orquestales que se sienten grandiosos sin perder la esencia de la banda. Sin embargo, es en los momentos más experimentales donde el disco realmente brilla.

Por ejemplo, “A Little Piece of Heaven” es una pieza teatralmente macabra que incorpora secciones orquestales y coros al estilo de Danny Elfman. Con una narrativa oscura y retorcida sobre amor, muerte y resurrección, la canción muestra el lado más extravagante de la banda, impulsada por la visión creativa del baterista The Rev, quien también aporta su voz en varios pasajes.

Por otro lado, “Dear God” es una balada country inesperada, con guitarras acústicas y un enfoque más suave que demuestra la versatilidad del grupo. Aunque divisiva entre los fans más puristas, la canción es una muestra de su voluntad de experimentar y romper barreras.

El virtuosismo de Avenged Sevenfold está presente a lo largo del álbum, especialmente en las guitarras de Synyster Gates y Zacky Vengeance, que entregan solos técnicos y melodías memorables. La batería de The Rev, siempre dinámica e impredecible, proporciona una base sólida pero juguetona, mientras que el bajo de Johnny Christ complementa perfectamente la complejidad de las composiciones.

La producción es pulida, a cargo de la banda junto a Fred Archambault, lo que permite que cada instrumento brille y que los arreglos orquestales se integren de manera natural en el paisaje sonoro. Esto es especialmente notable en canciones como “Scream” y “Unbound (The Wild Ride)”, donde los detalles sonoros enriquecen la experiencia general del álbum.