Alice In Chains Black Gives Way To Blue
Formato: 2LP, Gatefold
Edición: Estados Unidos - 2024

Black Gives Way to Blue, lanzado el 29 de septiembre de 2009, es mucho más que un álbum; es un renacimiento audaz y conmovedor de Alice in Chains, una banda que enfrentó la tragedia y regresó con una obra profundamente introspectiva. Este disco marca el primer lanzamiento con William DuVall como co-vocalista, tomando el lugar del inolvidable Layne Staley, cuya muerte en 2002 dejó una sombra difícil de disipar. Sin embargo, en lugar de ignorar ese dolor, la banda lo canalizó en un álbum que es tanto una carta de despedida como un acto de resiliencia artística.

Desde la apertura con "All Secrets Known", queda claro que Alice in Chains no intenta replicar su pasado, sino evolucionar a partir de él. La canción es sombría, lenta y pesada, con un mensaje directo: "Nunca es el final". Esto establece el tono de un disco que se siente como un viaje a través del duelo y la sanación. Jerry Cantrell, el pilar creativo de la banda, despliega un trabajo de guitarra magistral, combinando riffs oscuros con melodías melancólicas, mientras sus armonías vocales con DuVall recrean esa atmósfera inquietante y envolvente que define el sonido clásico de la banda.

El álbum fluye con una intensidad emocional constante. "Check My Brain", uno de los sencillos principales, combina un riff distorsionado y casi hipnótico con letras que abrazan un cinismo irónico, recordándonos que Alice in Chains aún puede ser pesada y sardónica. Por otro lado, canciones como "Your Decision" y "When the Sun Rose Again" adoptan un enfoque más acústico, mostrando un lado reflexivo y emocional que recuerda los días de su icónico Jar of Flies.

El punto más desgarrador del álbum llega con la canción que da título al disco, "Black Gives Way to Blue". Este tributo a Layne Staley, acompañado por el piano de Elton John, es una pieza breve pero devastadora. En su simplicidad yace su poder: es un adiós lleno de amor, tristeza y gratitud, mostrando que la banda ha aceptado su pérdida sin olvidar su impacto.

La producción, a cargo de Nick Raskulinecz, mantiene un equilibrio perfecto entre el peso característico de Alice in Chains y una claridad que permite que los matices emocionales brillen. Esto no es un regreso forzado, sino un renacimiento genuino, donde cada nota parece cuidadosamente colocada para transmitir algo significativo.

Black Gives Way to Blue no es solo un álbum de Alice in Chains; es un testimonio de su capacidad para enfrentar el dolor y transformarlo en arte. Es oscuro, sí, pero también está lleno de una belleza frágil, un recordatorio de que incluso en los momentos más sombríos, siempre hay espacio para la renovación. En lugar de ser una mirada nostálgica al pasado, este disco traza un nuevo camino para la banda, honrando a Layne Staley mientras mira hacia el futuro con una voz renovada.